El diezmo implica dar el 10% de los ingresos…

El diezmo implica dar el 10% de los ingresos…

El diezmo, implica dar el 10% de los ingresos a la iglesia o a una causa religiosa, es una práctica que se encuentra en varias tradiciones religiosas, incluido el cristianismo y otras denominaciones.

Sin embargo, la cuestión de si el diezmo es un mandamiento para los nuevos creyentes en el cristianismo es motivo de debate y puede variar según la interpretación teológica y denominacional. Aquí hay algunos puntos a considerar:

1. Apoyo bíblico: El diezmo se basa en las Escrituras, específicamente en el Antiguo Testamento, donde se prescribe como una forma de apoyar el templo y los sacerdotes en la religión judía. Ejemplos de esto se encuentran en el libro de Levítico (Levítico 27:30) y el libro de Malaquías (Malaquías 3:10).

2. El Nuevo Testamento: En el Nuevo Testamento, Jesús menciona el diezmo en algunas ocasiones, pero no lo prescribe de manera explícita para los seguidores cristianos. En cambio, el énfasis en el Nuevo Testamento está en el amor, la generosidad y el dar según lo que una persona haya determinado en su corazón (2 Corintios 9:7).

3. Libertad en Cristo: Algunos cristianos creen que el diezmo no es un mandamiento para los creyentes del Nuevo Testamento, ya que argumentan que los seguidores de Jesús están bajo una nueva dispensación de gracia y libertad en Cristo, y que las contribuciones deben ser dadas de manera voluntaria y generosa.

4. Práctica denominacional: La práctica del diezmo varía entre las denominaciones cristianas. Algunas denominaciones enfatizan el diezmo como una parte importante de la membresía y el apoyo financiero de la iglesia, mientras que otras pueden no enfatizarlo tanto o pueden tener opiniones diversas sobre su obligatoriedad.

En resumen, el diezmo es una práctica arraigada en algunas tradiciones cristianas, pero no todos los cristianos lo consideran un mandamiento para los nuevos creyentes en el sentido estricto.

Algunos creen que la generosidad y el apoyo financiero deben ser actos voluntarios y guiados por el amor y la gracia de Cristo. La decisión de diezmar o dar de manera diferente a menudo depende de la enseñanza de la iglesia a la que uno pertenezca y de sus creencias personales.

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